LA DUMA COMO
SÍMBOLO DE LA POESÍA POPULAR UCRANIANA
Por: Dr.
Fabián Abdala Marzá.
Introducción
Las Dumas (Дума - Думи) son composiciones épicas del
folclore ucraniano surgidas durante el período del Hetmanato cosaco, durante
los siglos XVI y XVII, principalmente.
Épico deriva del griego ἐπικός, que a su
turno es deudor del morfema también heleno: ἔπος (palabra, poema). En efecto, antes
de adentrarnos a lo que Ucrania respecta, podemos completar la definición
añadiendo que estas composiciones, narraciones o relatos presentan hechos
legendarios o ficticios relativos a las hazañas de uno o más héroes y a las
batallas reales o imaginarias en las que se han batido. La épica se propone
exaltar sentimientos de tipo colectivo, patrióticos y religiosos sobre todo,
señala F. Montes de Oca (Teoría y técnica de la literatura. Porrúa, México, 1971).
No hay dudas que el antecedente mediato de
este género lo encontramos entre los griegos. Y más concretamente en: La
Ilíada, el poema épico más antiguo de la historia europea (E. Crespo,
Introducción a la Ilíada de Homero, Gredos, Barcelona 2006).
Cabe señalar
siguiendo a los especialistas que la forma lingüística de los poemas épicos
griegos arcaicos es peculiar. Arcaísmos fuera de la lengua hablada, dialectos
hablados, y formas artificiales exclusivas de la epopeya. Esta melange o
sincretismo se explica en el contexto de una tradición de composición y
difusión oral improvisada. El autor antes citado menciona, no sin acierto, que
estas características las encontraremos en otras culturas y épocas. Basta
acudir a los poemas épicos heroicos medievales de Francia, “La Chanson de
Roland” por ejemplo. En el “Nibelungenlied” alemán o en el “Cantar del Mío Cid”
en tierras hispanas. Pero donde creemos que hay que hacer una precisión es en
el momento en que el erudito asevera: “Particular importancia ha tenido la
poesía oral serbo-croata, porque estos poemas han sido transmitidos oralmente
hasta mediados del siglo XX. Se trata de una poesía narrativa heroica recitada
por un poeta semi-profesional al son de un instrumento musical de cuerda en
reuniones musicales”. (E. Crespo. Ob. Cit., pág. XV).
Nosotros creemos por
nuestra parte que las Dumy revisten mayor importancia que la poesía serbo
croata, sin desmerecer a esta última, la riqueza léxica, la puesta por escrito
y la facilidad de la propagación de las obras, la traducción a una literatura
culta de las misma, todos estos fenómenos y otros que en honor a la brevedad
marginamos, hacen de la poesía épica ucraniana un hito de la literatura
mundial.
Lo que acabamos de exponer no le pasó
desapercibido a Alfred Rambaud, el introductor en las letras galas de la poesía
ucraniana, cuando por vez primera escuchó y tuvo ante sus ojos a un Kobzar en
el S.XIX. Comentó a propósito de ello: “Este Kobzar no es un poeta en el
sentido exacto de la palabra, él no ha creado nada, no hace más que conservar
el tesoro de la poesía popular que le han transmitido sus antecesores. Pero
esas heroicas melodías que él ha volcado en su meditación, esas orgullosas
hazañas a las que regresa su pensamiento de forma obstinada, le otorgaron una
cierta elevación a su espíritu y una cierta dignidad a sus caracteres. Su
existencia poco difiere a la que las leyendas griegas otorgaron al mismo
Homero. El paisano Ostap Veresai es el heredero más directo de los antiguos
cantantes eslavos, los mismos que en el S. VI se presentaron ante el emperador
griego Mauricio con una cítara en mano. (Alfred Rambaud, L’Ukraine et ses
chansons historiques, Revue des Deux Mondes. T. IX, Paris, 1875)
Kobzar significa quien ejecuta el “Kobza”, un
instrumento de cuerda tradicional ucraniano, también identificado con la Bandura (aunque como se verá luego, existen diferencias entre ambos). Realizado en madera, a partir del sauce o el arce y de una sola pieza. Aunque
su nombre aparece ya en el S. XIV en una crónica polaca, el instrumento
alcanzará su punto álgido de popularidad a partir del S. XVI con el Hetmanato
cosaco. Uno de los autores que le consagró una biografía harto interesante, V.
Emets, añade que este instrumento se ejecuta sentado y colocado sobre las
rodillas, formando un ángulo de 90º (Recomendamos consultar su obra: Vasil,
Emets, Kobza ta Kobzari, Berlín, 1923). Otro musicólogo germano, especialista
en el instrumento, afirmó que antiguamente el Kobza y la Bandura se trataban de
dos instrumentos diferenciados. El primero se ejecutaba en los pueblos,
mientras que el segundo se tocaba en las ciudades (Rigehman).
Lo cierto es que si bien la triada
conceptual: Kobzar – Kobza – Dumas, no están determinada a convivir siempre, lo
cierto es que en la mayoría de los casos el instrumento y su ejecutante
acabarán reproduciendo algunos de los poemas épicos del repertorio del folclore
ucraniano.
Por ello no es casualidad que la obra cumbre
del arte literario ucraniano surgida de la pluma de Taras Shevchenko, lleve por
título: Kobzar. Obra, a la que otro genio de las letras ucranianas – Iván
Frankó - juzgó así: “Este pequeño libro abrió como un nuevo mundo de poesía,
explosionó como una fuente de agua fresca y cristalina…La influencia que llevó
a cabo el Kobzar de Shevchenko en 1840 en San Petersburgo, tendría que ser
considerado como un hito en el desarrollo de la escritura ucraniana, el segundo
después de la Eneida de Kotlyarevsky” (Iván Dziuva, prólogo a la obra Kobzar de
T. Shevchenko, Járkiv, 2015).
Aunque como vimos los antecedentes de las
Dumas se pierden en el tiempo, en lo que a Ucrania concierne, ya tenemos
rastros de ellas en el S. XII, aunque como ya advertimos en reiteradas oportunidades
en este escrito, ellas alcanzarán su forma culta a partir del S. XVI. En el lenguaje de este
género épico nos encontramos con numerosos conceptos arcaicos y no pocos de
motivos religiosos. El componente bélico es el principal inspirador de ellas.
Por ello la mayoría de divisiones y disecciones del fenómeno Duma, tiene en
cuenta este elemento.
Una de las divisiones a los efectos metodológicos
propuesta y que más popularidad alcanzó señala dos momentos o dos etapas del
desarrollo de la poesía épica ucraniana. La primera etapa relacionada con los
tártaros y los otomanes. A su turno dividida en otra trilogía que se compone de
1) las dumas relacionadas con la toma en cautividad por parte de los turcos; 2)
la muerte heroica de los cosacos y 3) la liberación de la esclavitud y el
retorno a las estepas. Por otra parte una segunda etapa estaría integrada por
los relatos o narraciones sobre la guerra contra los polacos. Hay que destacar
aquí el papel jugado por Bogdan Jmelnitski, quien con actitud heroica contra
Polonia y la recuperación del orgullo nacional, servirá como un motivo
inspirador para esta clase de poesía.
Otro tema no baladí es la cuestión de los
estudiosos del fenómeno que con su aporte y sus investigaciones colaboraron en
la conservación de este riquísimo patrimonio artístico social de Ucrania. En un
primer período dedicado a la publicación de canciones y dumas folclóricas
populares encontramos figuras como: Maksymovych y Lukashevych, nos referimos
aquí al período comprendido entre 1820 y 1830. En un segundo momento - 1840 a
1850 - nos encontramos con los escritos clásicos de: T. Shevchenko, N. Gógol,
entre otros. El último jalón arranca en 1860 y acabará en 1890, donde nos
encontramos con personajes como: V. Antonovich y otros.
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