sábado, 17 de septiembre de 2016

LA DUMA COMO SÍMBOLO DE LA POESÍA POPULAR UCRANIANA


Por: Dr. Fabián Abdala Marzá.


Introducción


Las Dumas (Дума - Думи) son composiciones épicas del folclore ucraniano surgidas durante el período del Hetmanato cosaco, durante los siglos XVI y XVII, principalmente.

Épico deriva del griego ἐπικός, que a su turno es deudor del morfema también heleno: ἔπος (palabra, poema). En efecto, antes de adentrarnos a lo que Ucrania respecta, podemos completar la definición añadiendo que estas composiciones, narraciones o relatos presentan hechos legendarios o ficticios relativos a las hazañas de uno o más héroes y a las batallas reales o imaginarias en las que se han batido. La épica se propone exaltar sentimientos de tipo colectivo, patrióticos y religiosos sobre todo, señala F. Montes de Oca (Teoría y técnica de la literatura. Porrúa,  México, 1971).

No hay dudas que el antecedente mediato de este género lo encontramos entre los griegos. Y más concretamente en: La Ilíada, el poema épico más antiguo de la historia europea (E. Crespo, Introducción a la Ilíada de Homero, Gredos, Barcelona 2006). 

Cabe señalar siguiendo a los especialistas que la forma lingüística de los poemas épicos griegos arcaicos es peculiar. Arcaísmos fuera de la lengua hablada, dialectos hablados, y formas artificiales exclusivas de la epopeya. Esta melange o sincretismo se explica en el contexto de una tradición de composición y difusión oral improvisada. El autor antes citado menciona, no sin acierto, que estas características las encontraremos en otras culturas y épocas. Basta acudir a los poemas épicos heroicos medievales de Francia, “La Chanson de Roland” por ejemplo. En el “Nibelungenlied” alemán o en el “Cantar del Mío Cid” en tierras hispanas. Pero donde creemos que hay que hacer una precisión es en el momento en que el erudito asevera: “Particular importancia ha tenido la poesía oral serbo-croata, porque estos poemas han sido transmitidos oralmente hasta mediados del siglo XX. Se trata de una poesía narrativa heroica recitada por un poeta semi-profesional al son de un instrumento musical de cuerda en reuniones musicales”. (E. Crespo. Ob. Cit., pág. XV). 

Nosotros creemos por nuestra parte que las Dumy revisten mayor importancia que la poesía serbo croata, sin desmerecer a esta última, la riqueza léxica, la puesta por escrito y la facilidad de la propagación de las obras, la traducción a una literatura culta de las misma, todos estos fenómenos y otros que en honor a la brevedad marginamos, hacen de la poesía épica ucraniana un hito de la literatura mundial.

Lo que acabamos de exponer no le pasó desapercibido a Alfred Rambaud, el introductor en las letras galas de la poesía ucraniana, cuando por vez primera escuchó y tuvo ante sus ojos a un Kobzar en el S.XIX. Comentó a propósito de ello: “Este Kobzar no es un poeta en el sentido exacto de la palabra, él no ha creado nada, no hace más que conservar el tesoro de la poesía popular que le han transmitido sus antecesores. Pero esas heroicas melodías que él ha volcado en su meditación, esas orgullosas hazañas a las que regresa su pensamiento de forma obstinada, le otorgaron una cierta elevación a su espíritu y una cierta dignidad a sus caracteres. Su existencia poco difiere a la que las leyendas griegas otorgaron al mismo Homero. El paisano Ostap Veresai es el heredero más directo de los antiguos cantantes eslavos, los mismos que en el S. VI se presentaron ante el emperador griego Mauricio con una cítara en mano. (Alfred Rambaud, L’Ukraine et ses chansons historiques, Revue des Deux Mondes. T. IX, Paris, 1875)

Kobzar significa quien ejecuta el “Kobza”, un instrumento de cuerda tradicional ucraniano, también identificado con la Bandura (aunque como se verá luego, existen diferencias entre ambos). Realizado en madera, a partir del sauce o el arce y de una sola pieza. Aunque su nombre aparece ya en el S. XIV en una crónica polaca, el instrumento alcanzará su punto álgido de popularidad a partir del S. XVI con el Hetmanato cosaco. Uno de los autores que le consagró una biografía harto interesante, V. Emets, añade que este instrumento se ejecuta sentado y colocado sobre las rodillas, formando un ángulo de 90º (Recomendamos consultar su obra: Vasil, Emets, Kobza ta Kobzari, Berlín, 1923). Otro musicólogo germano, especialista en el instrumento, afirmó que antiguamente el Kobza y la Bandura se trataban de dos instrumentos diferenciados. El primero se ejecutaba en los pueblos, mientras que el segundo se tocaba en las ciudades (Rigehman).

Lo cierto es que si bien la triada conceptual: Kobzar – Kobza – Dumas, no están determinada a convivir siempre, lo cierto es que en la mayoría de los casos el instrumento y su ejecutante acabarán reproduciendo algunos de los poemas épicos del repertorio del folclore ucraniano.

Por ello no es casualidad que la obra cumbre del arte literario ucraniano surgida de la pluma de Taras Shevchenko, lleve por título: Kobzar. Obra, a la que otro genio de las letras ucranianas – Iván Frankó - juzgó así: “Este pequeño libro abrió como un nuevo mundo de poesía, explosionó como una fuente de agua fresca y cristalina…La influencia que llevó a cabo el Kobzar de Shevchenko en 1840 en San Petersburgo, tendría que ser considerado como un hito en el desarrollo de la escritura ucraniana, el segundo después de la Eneida de Kotlyarevsky” (Iván Dziuva, prólogo a la obra Kobzar de T. Shevchenko, Járkiv, 2015).

Aunque como vimos los antecedentes de las Dumas se pierden en el tiempo, en lo que a Ucrania concierne, ya tenemos rastros de ellas en el S. XII, aunque como ya advertimos en reiteradas oportunidades en este escrito, ellas alcanzarán su forma culta  a partir del S. XVI. En el lenguaje de este género épico nos encontramos con numerosos conceptos arcaicos y no pocos de motivos religiosos. El componente bélico es el principal inspirador de ellas. Por ello la mayoría de divisiones y disecciones del fenómeno Duma, tiene en cuenta este elemento. 

Una de las divisiones a los efectos metodológicos propuesta y que más popularidad alcanzó señala dos momentos o dos etapas del desarrollo de la poesía épica ucraniana. La primera etapa relacionada con los tártaros y los otomanes. A su turno dividida en otra trilogía que se compone de 1) las dumas relacionadas con la toma en cautividad por parte de los turcos; 2) la muerte heroica de los cosacos y 3) la liberación de la esclavitud y el retorno a las estepas. Por otra parte una segunda etapa estaría integrada por los relatos o narraciones sobre la guerra contra los polacos. Hay que destacar aquí el papel jugado por Bogdan Jmelnitski, quien con actitud heroica contra Polonia y la recuperación del orgullo nacional, servirá como un motivo inspirador para esta clase de poesía.


Otro tema no baladí es la cuestión de los estudiosos del fenómeno que con su aporte y sus investigaciones colaboraron en la conservación de este riquísimo patrimonio artístico social de Ucrania. En un primer período dedicado a la publicación de canciones y dumas folclóricas populares encontramos figuras como: Maksymovych y Lukashevych, nos referimos aquí al período comprendido entre 1820 y 1830. En un segundo momento - 1840 a 1850 - nos encontramos con los escritos clásicos de: T. Shevchenko, N. Gógol, entre otros. El último jalón arranca en 1860 y acabará en 1890, donde nos encontramos con personajes como: V. Antonovich y otros. 



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