Esta apoteótica construcción surgida de la mente del arquitecto Vladislav
Gorodetsky (Владислав Городецький) encierra numerosos misterios.
Vale la
aclaración que nuestro arquitecto es de origen polaco y había nacido en la
región de Podillia (Поділля), en nuestros días territorio ucraniano, aunque
vivió entre nosotros en Kyiv, y aquí desarrollaría su obra, por más de 30 años.
Además también es preciso afirmar desde el inicio del artículo que el nombre de la casa no está relacionado directamente con el significado que la palabra "quimera" tiene en el contexto de la mitología, es decir: a ese monstruo imaginario que vomitaba llamas y tenía
cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón.
Hemos de saber ante todo, que el
lugar elegido por el arquitecto se trataba en ese entonces de una pendiente
pronunciada, y literalmente calificada “no apta” para la construcción. Aunque
eso no desalentó en absoluto a nuestro arquitecto, sino al contrario. Cuentan
que incluso realizó una apuesta con varios de sus colegas, que en ese terreno él,
iba a ser capaz de levantar una construcción en sólo dos años. Y así acabaría
siendo, no sin antes haber sido considerado presa de la locura.
El arquitecto se hizo con el
terreno a un módico precio por ese entonces. Hay que tener en cuenta que en
nuestros días, la construcción se erige a pocos metros de la calle principal de
la ciudad: Khreschatyk, y especialmente del centro neurálgico de la urbe: la
Plaza de la Independencia (Maidan).
Con respecto a lo
arquitectónico, Gorodetsky se sirvió de una técnica novedosa en ese momento. Él
fue el pionero en la utilización del hormigón. Esta casa, de la cual una parte
estaba destinada a ser su hogar, y otra a apartamentos de alquiler, se convirtió
en la carta de visita del arquitecto. Además una firma que comercializaba este
producto, le ofreció gratis el material, sabiendo que ello sería la mejor
inversión en publicidad que podría hacerse.
Ningún detalle del edificio
quedó al azar. En la casa existía un establo además de un corral para vacas,
tan bien ubicado, que los habitantes del inmueble podían tomar su café con leche fresca sin ser molestados por el olor de los animales.
La decoración del edificio,
tanto externa como interna, estuvo a cargo del italiano Elio (Emilio) Sala. Aunque los
diseños surgieron de la mente de nuestro arquitecto. Gorodetsky amaba los safaris,
y ello explica la copiosa cantidad de imágenes de animales que decoran la
construcción, tanto fuera como dentro de ella. Además ellos cumplían en
ocasiones diversas funcionalidades. Así, a modo de ejemplo mencionamos que las trompas de los elefantes y
las serpientes que adornan su exterior, servían como desagües.
Las habitaciones estaban
diseñadas en forma de abanicos, para que así pudieran aprovechar la luz solar y
el viento.
El arquitecto en persona ocupaba
la cuarta planta (un apartamento de alrededor de 400 metros), mientras que las otras habitaciones estaban en alquiler.
Además del lado de la calle
Bankova el edificio tiene tres plantas, mientras que del lado del patio: seis.
Esto se explica según ya os contamos al inicio de la nota que el edificio fue
alzado en una ladera.
El arquitecto a causa de su hobby
por los safaris y otros motivos, acabaría perdiendo su casa en 1912. No pudo
acabar de devolver los préstamos que la Sociedad de Crédito de Kyiv le había
facilitado.
Antes de la Revolución bolchevique de 1917, la casa en varias
oportunidades cambió de propietario, y después de la Revolución de Octubre,
pasó a ser patrimonio del Estado, y sus apartamentos fragmentados y utilizados
como pisos comunes o colectivos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la casa
sería habitada por los actores del Teatro Iván Frankó, que se encuentra en sus
inmediaciones.
En nuestro Facebook, ya os
anticipamos una de las leyendas que hacía alusión a las numerosas esculturas y
grabados sobre naufragios que figuran en la construcción. Además os dijimos que
los ciudadanos de Kyiv rumoreaban que eran a causa del suicidio de su hija, que
despechada por un amor no correspondido se habría arrojado a las aguas del
Dniéper. Pero esto no se condice con la realidad, ya que la hija logró
sobrevivir a su padre.
También a propósito del abandono
forzado por parte del arquitecto de la casa, se forjó otra leyenda que dice que
el perjudicado antes de dejarla, la maldijo y profetizó que en su casa solo podría
vivir feliz su familia sanguínea, y que cualquier otra persona ajena a ella,
sería infeliz. De hecho, los que creen en ella atestiguan que al menos todas
las compañías que alquilaron el inmueble acabaron en quiebra y arruinadas.
Después de la caída del
comunismo, el edificio quedó abandonado y en ruinas, hasta que finalmente se
decidió su remodelación. Inclusive en ella, se integró el edificio original con
un patio más extenso y un lago, elementos que estaban previstos en el original
de Gorodetsky y que no habían sido llevados a cabo.
En la actualidad el edificio sirve
a los fines del Estado y en particular es utilizado como lugar de recepción oficial
para con los representantes extranjeros.
Nosotros os recomendamos
visitarla y que no temáis por vuestra suerte, la casa está maldita, pero maldita de belleza. Además tendréis la
oportunidad de conocer la obra de un artista considerado el Gaudí ucraniano,
uno de los arquitectos más prestigiosos del mundo en sus días y de todos los
tiempos.
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