martes, 4 de octubre de 2016

La Casa con Quimeras - Будинок із химерами


Esta apoteótica construcción surgida de la mente del arquitecto Vladislav Gorodetsky (Владислав Городецький) encierra numerosos misterios.




Vale la aclaración que nuestro arquitecto es de origen polaco y había nacido en la región de Podillia (Поділля), en nuestros días territorio ucraniano, aunque vivió entre nosotros en Kyiv, y aquí desarrollaría su obra, por más de 30 años.

Además también es preciso afirmar desde el inicio del artículo que el nombre de la casa no está relacionado directamente con el significado que la palabra "quimera" tiene en el contexto de la mitología, es decir: a ese monstruo imaginario que vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón.
  
Hemos de saber ante todo, que el lugar elegido por el arquitecto se trataba en ese entonces de una pendiente pronunciada, y literalmente calificada “no apta” para la construcción. Aunque eso no desalentó en absoluto a nuestro arquitecto, sino al contrario. Cuentan que incluso realizó una apuesta con varios de sus colegas, que en ese terreno él, iba a ser capaz de levantar una construcción en sólo dos años. Y así acabaría siendo, no sin antes haber sido considerado presa de la locura.

El arquitecto se hizo con el terreno a un módico precio por ese entonces. Hay que tener en cuenta que en nuestros días, la construcción se erige a pocos metros de la calle principal de la ciudad: Khreschatyk, y especialmente del centro neurálgico de la urbe: la Plaza de la Independencia (Maidan).

Con respecto a lo arquitectónico, Gorodetsky se sirvió de una técnica novedosa en ese momento. Él fue el pionero en la utilización del hormigón. Esta casa, de la cual una parte estaba destinada a ser su hogar, y otra a apartamentos de alquiler, se convirtió en la carta de visita del arquitecto. Además una firma que comercializaba este producto, le ofreció gratis el material, sabiendo que ello sería la mejor inversión en publicidad que podría hacerse.




Ningún detalle del edificio quedó al azar. En la casa existía un establo además de un corral para vacas, tan bien ubicado, que los habitantes del inmueble podían tomar su café con leche fresca sin ser molestados por el olor de los animales.

La decoración del edificio, tanto externa como interna, estuvo a cargo del italiano Elio (Emilio) Sala. Aunque los diseños surgieron de la mente de nuestro arquitecto. Gorodetsky amaba los safaris, y ello explica la copiosa cantidad de imágenes de animales que decoran la construcción, tanto fuera como dentro de ella. Además ellos cumplían en ocasiones diversas funcionalidades. Así, a modo de ejemplo mencionamos que las trompas de los elefantes y las serpientes que adornan su exterior, servían como desagües.

Las habitaciones estaban diseñadas en forma de abanicos, para que así pudieran aprovechar la luz solar y el viento.

El arquitecto en persona ocupaba la cuarta planta (un apartamento de alrededor de 400 metros), mientras que las otras habitaciones estaban en alquiler.

Además del lado de la calle Bankova el edificio tiene tres plantas, mientras que del lado del patio: seis. Esto se explica según ya os contamos al inicio de la nota que el edificio fue alzado en una ladera.

El arquitecto a causa de su hobby por los safaris y otros motivos, acabaría perdiendo su casa en 1912. No pudo acabar de devolver los préstamos que la Sociedad de Crédito de Kyiv le había facilitado.

Antes de la Revolución  bolchevique de 1917, la casa en varias oportunidades cambió de propietario, y después de la Revolución de Octubre, pasó a ser patrimonio del Estado, y sus apartamentos fragmentados y utilizados como pisos comunes o colectivos. 

Después de la Segunda Guerra Mundial, la casa sería habitada por los actores del Teatro Iván Frankó, que se encuentra en sus inmediaciones.

En nuestro Facebook, ya os anticipamos una de las leyendas que hacía alusión a las numerosas esculturas y grabados sobre naufragios que figuran en la construcción. Además os dijimos que los ciudadanos de Kyiv rumoreaban que eran a causa del suicidio de su hija, que despechada por un amor no correspondido se habría arrojado a las aguas del Dniéper. Pero esto no se condice con la realidad, ya que la hija logró sobrevivir a su padre.

También a propósito del abandono forzado por parte del arquitecto de la casa, se forjó otra leyenda que dice que el perjudicado antes de dejarla, la maldijo y profetizó que en su casa solo podría vivir feliz su familia sanguínea, y que cualquier otra persona ajena a ella, sería infeliz. De hecho, los que creen en ella atestiguan que al menos todas las compañías que alquilaron el inmueble acabaron en quiebra y arruinadas.

Después de la caída del comunismo, el edificio quedó abandonado y en ruinas, hasta que finalmente se decidió su remodelación. Inclusive en ella, se integró el edificio original con un patio más extenso y un lago, elementos que estaban previstos en el original de Gorodetsky y que no habían sido llevados a cabo.

En la actualidad el edificio sirve a los fines del Estado y en particular es utilizado como lugar de recepción oficial para con los representantes extranjeros.


Nosotros os recomendamos visitarla y que no temáis por vuestra suerte, la casa está maldita, pero maldita de belleza.  Además tendréis la oportunidad de conocer la obra de un artista considerado el Gaudí ucraniano, uno de los arquitectos más prestigiosos del mundo en sus días y de todos los tiempos.


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